Es increíble ver,
notar,
palpar,
cada
brisa de imaginación que pasa por mi mente
y poder verla, real,
moviendose frente a mí.
Tu sola presencia crea lagunas en mis
ojos,
cubriéndome de ilusiones
que creía que no podría volver a
sentir.
Sola, sí, pero... ¿junto a alguién?
No... junto a “alguien” no, junto a
ti.
Parece que mis musas posaron sus pies
de nuevo al alcance de mi atolondrada vista...
y bailan una danza
entre tus brazos.
¿puedo unirme a ellas?
“Y bailar en un baile infinito, donde
el principio es el fin y no hay principio, porque todo empieza y
termina con tu paso junto al mío.”
No dejes que me tropiece, amor... que
soy muy torpe y el suelo me quiere demasiado.
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